Para orientarte utilizando una brújula tenéis que seguir los siguientes pasos:
- Coloca la brújula sobre una superficie plana (la palma de la mano o una tabla), para permitirle a la aguja moverse libremente, y párate frente al objeto o el lugar al cual queréis dirigirte.
- La aguja imantada comenzará a oscilar.
- Al detenerse, la aguja imantada marcará el norte magnético . En ese momento, gira lentamente la brújula hasta que el norte de la rosa de los vientos coincida con la punta de la aguja. Por lo general esta punta es de color azul o rojo.
- Imagina una línea recta desde el centro de tu brújula hasta el objeto o lugar hacia donde queréis dirigirte. El punto hacia el que queréis ir ¿hacia qué punto cardinal, lateral o colateral está orientado? Los usuarios expertos, para definir el rumbo calculan la cantidad de grados que existe entre el norte y el punto hacia el que se dirigen, en el sentido de las agujas del reloj.
Siempre que quieras calcular distintas direcciones, recordar que es necesario:
- Orientar correctamente la brújula sobre el mapa, con la flecha de dirección hacia el punto de destino.
- Orientar la flecha del norte del limbo hacia el norte del mapa.
- Mantener quieta la brújula y no seguir un rumbo con la brújula en la mano, pues, en movimiento, la brújula no encontrará el norte. Es necesario, entonces, dejarla quieta en un lugar, identificar un punto de referencia y tomar la lectura.
- Utilizar un mapa donde figure el lugar en el cual estés y el lugar al cual quieras ir puede ser muy útil para orientarte.
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